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Un sentencia estipula en 35 años la vida útil de las plantas solares fotovoltaicas

[:es]Una reciente decisión del International Centre for Settlement of Investment Disputes (ICSD) reconoce por primera vez que la vida útil de las plantas solares fotovoltaicas alcanza los 35 años. De esta forma se reconoce que las plantas pueden estar en servicio y obtener ingresos como mínimo durante este periodo de tiempo.

Álvaro Payán, director general de ATA Renewables, uno de los autores del informe técnico considerado en la decisión, no duda en calificar de «histórico» ese fallo, que se produce a partir de una demanda presentada ante el tribunal para extender la vida de la planta solar de ECO3 en diez años.

«Es un paso importante para reconocer algo que los ingenieros que trabajan en la industria solar fotovoltaica han sabido durante años», afirma Payán. «Definitivamente se necesitará cierta inversión para alcanzar los 35 años de vida –añade–. Sin embargo, esta inversión no será significativa en comparación con los costes iniciales de instalación ni con el beneficio que se podrá obtener de la misma gracias a los años adicionales de funcionamiento».

«Creemos que la vida útil de las plantas solares fotovoltaicas se puede estimar en 35 años o más, posiblemente incluso hasta 40 años –señala el experto–. Continuamos trabajando para demostrar este hecho, y estamos seguros de que el tiempo nos dará la razón. Aún así, las características de diseño, así como características técnicas y de mantenimiento, entre otras, pueden influir gravemente en la vida útil de los proyectos. Por lo tanto, cada proyecto debe ser considerado y evaluado por separado para determinar su vida útil».

De acuerdo con ATA, el fallo podría ser el primero de otros más en la misma dirección. Se espera, además, que afecte positivamente a la industria solar fotovoltaica en toda la cadena de valor, con bancos e instituciones financieras sintiéndose más cómodos gracias a la disminución del riesgo tecnológico y al aumento de valor de los activos.

Los desarrolladores de energía solar fotovoltaica en todo el mundo también contarán con un precedente legal para poder respaldar, revisar y ajustar sus modelos económicos al ciclo de vida de 35 años. En un momento en el que el costo de la electricidad fotovoltaica se reduce constantemente, esta decisión podría tener un efecto significativo en la competitividad de los proyectos, lo que resultaría en tarifas más bajas para los consumidores.

[:en]Una reciente decisión del International Centre for Settlement of Investment Disputes (ICSD) reconoce por primera vez que la vida útil de las plantas solares fotovoltaicas alcanza los 35 años. De esta forma se reconoce que las plantas pueden estar en servicio y obtener ingresos como mínimo durante este periodo de tiempo.

Álvaro Payán, director general de ATA Renewables, uno de los autores del informe técnico considerado en la decisión, no duda en calificar de «histórico» ese fallo, que se produce a partir de una demanda presentada ante el tribunal para extender la vida de la planta solar de ECO3 en diez años.

«Es un paso importante para reconocer algo que los ingenieros que trabajan en la industria solar fotovoltaica han sabido durante años», afirma Payán. «Definitivamente se necesitará cierta inversión para alcanzar los 35 años de vida –añade–. Sin embargo, esta inversión no será significativa en comparación con los costes iniciales de instalación ni con el beneficio que se podrá obtener de la misma gracias a los años adicionales de funcionamiento».

«Creemos que la vida útil de las plantas solares fotovoltaicas se puede estimar en 35 años o más, posiblemente incluso hasta 40 años –señala el experto–. Continuamos trabajando para demostrar este hecho, y estamos seguros de que el tiempo nos dará la razón. Aún así, las características de diseño, así como características técnicas y de mantenimiento, entre otras, pueden influir gravemente en la vida útil de los proyectos. Por lo tanto, cada proyecto debe ser considerado y evaluado por separado para determinar su vida útil».

De acuerdo con ATA, el fallo podría ser el primero de otros más en la misma dirección. Se espera, además, que afecte positivamente a la industria solar fotovoltaica en toda la cadena de valor, con bancos e instituciones financieras sintiéndose más cómodos gracias a la disminución del riesgo tecnológico y al aumento de valor de los activos.

Los desarrolladores de energía solar fotovoltaica en todo el mundo también contarán con un precedente legal para poder respaldar, revisar y ajustar sus modelos económicos al ciclo de vida de 35 años. En un momento en el que el costo de la electricidad fotovoltaica se reduce constantemente, esta decisión podría tener un efecto significativo en la competitividad de los proyectos, lo que resultaría en tarifas más bajas para los consumidores.

[:eu]Una reciente decisión del International Centre for Settlement of Investment Disputes (ICSD) reconoce por primera vez que la vida útil de las plantas solares fotovoltaicas alcanza los 35 años. De esta forma se reconoce que las plantas pueden estar en servicio y obtener ingresos como mínimo durante este periodo de tiempo.

Álvaro Payán, director general de ATA Renewables, uno de los autores del informe técnico considerado en la decisión, no duda en calificar de «histórico» ese fallo, que se produce a partir de una demanda presentada ante el tribunal para extender la vida de la planta solar de ECO3 en diez años.

«Es un paso importante para reconocer algo que los ingenieros que trabajan en la industria solar fotovoltaica han sabido durante años», afirma Payán. «Definitivamente se necesitará cierta inversión para alcanzar los 35 años de vida –añade–. Sin embargo, esta inversión no será significativa en comparación con los costes iniciales de instalación ni con el beneficio que se podrá obtener de la misma gracias a los años adicionales de funcionamiento».

«Creemos que la vida útil de las plantas solares fotovoltaicas se puede estimar en 35 años o más, posiblemente incluso hasta 40 años –señala el experto–. Continuamos trabajando para demostrar este hecho, y estamos seguros de que el tiempo nos dará la razón. Aún así, las características de diseño, así como características técnicas y de mantenimiento, entre otras, pueden influir gravemente en la vida útil de los proyectos. Por lo tanto, cada proyecto debe ser considerado y evaluado por separado para determinar su vida útil».

De acuerdo con ATA, el fallo podría ser el primero de otros más en la misma dirección. Se espera, además, que afecte positivamente a la industria solar fotovoltaica en toda la cadena de valor, con bancos e instituciones financieras sintiéndose más cómodos gracias a la disminución del riesgo tecnológico y al aumento de valor de los activos.

Los desarrolladores de energía solar fotovoltaica en todo el mundo también contarán con un precedente legal para poder respaldar, revisar y ajustar sus modelos económicos al ciclo de vida de 35 años. En un momento en el que el costo de la electricidad fotovoltaica se reduce constantemente, esta decisión podría tener un efecto significativo en la competitividad de los proyectos, lo que resultaría en tarifas más bajas para los consumidores.

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