La Ley de Restauración de la Naturaleza ha entrado en vigor. Después de numerosos debates políticos y del difícil camino que se recorrió para redactarla y aprobarla, ha llegado la primera gran norma comunitaria sobre biodiversidad.
El principal objetivo de esta ley es establecer medidas para restaurar al menos el 20 % de las áreas terrestres y marítimas degradadas de la Unión Europea en 2030 y el 90% en 2050. Por restauración, la UE entiende el proceso de contribuir a la recuperación de un ecosistema para mejorar su estructura y sus funciones y aumentar su biodiversidad.
Los estados deberán realizar acciones para restaurar los ecosistemas terrestres, marinos, costeros y de agua dulce, priorizando las zonas de la Red Natura 2000. Además, deberán mejorar la biodiversidad en las áreas agrícolas, los bosques y las ciudades. Estas son algunas de las medidas que contempla la ley:
- Recuperar las poblaciones de polinizadores como abejas y mariposas.
- Aumentar las reservas de carbono orgánico en los suelos agrícolas.
- Contribuir a la plantación de 3000 millones de árboles.
- Eliminar las barreras artificiales innecesarias en los ríos.
- Aumentar el porcentaje de especies autóctonas en los bosques.
Al ser una ley, es de obligada aplicación en todos los Estados miembros, sin necesidad de que se transponga a las legislaciones nacionales (como sucede con las directivas). Cada país cuenta con un plazo de dos años a partir de ahora para presentar su propio plan de restauración.